29 jun 2009

V.Trágico.


Desde que descubrí mis luces he intentado comprender el código de la vida que me rodea. Incesantes estímulos a mi alrededor, personas que me hablan y que veo cómo se alejan por mis respuestas. Me parece pronunciar el mismo lenguaje, pero las palabras no son las adecuadas y los gestos tampoco. No quiero que se vayan, pero se van. Quiero que estén, pero cuando lo hacen, antes o después termino saturándolos o ellos a mí.

Veo cosas que al parecer no pueden decirse porque hieren. Muchos saben que son verdad, otros puede que apenas lo intuyan, pero todos perciben en sí mismos un fondo de insatisfacción interior cuya etiología ignoran, y que sin embargo está vinculado con aquello que se niegan a mirar.

Dicen que tampoco yo tengo la verdad y se sienten agredidos porque veo con la mirada nítida de un anfibio, más allá de sus contradicciones. Y sienten mi fuerza como un ataque en lugar de como una buena excusa para explorarse y deshacer los nudos emocionales que apagan el brillo de su nivel de satisfacción con la vida. Les parece que les juzgo por su paja y que no veo la viga de mi ojo... Tremendo para mí que no se entienda que con mis palabras no deseo golpear a nadie; y para ellos, supongo, tremendo sentir que soy capaz de ver su fealdad con la misma facilidad que puedo ver la mía, que desde el desafecto que me profeso, me parece la más fea de todas.

Como requiero el reconocimiento de cuantos se me acercan en una línea de pensamiento algo densa, antes o después hacen mutis por el foro. Porque les basta su vida, la prefieren así antes que la reorganización de su propio almario que tanto pánico les da mirar. Como si fuéramos a vivir eternamente, pienso para mí. Como si a medida que pasamos por el tiempo y el espacio no fuéramos siendo más y más conscientes de que esto se terminará algún día, y de que llegados a ese día no querríamos dar a luz la sensación de que algo importante se nos ha perdido por el camino impidiéndonos vivir una existencia genuina; dándonos a cambio un sucedáneo por causa del miedo, ese mismo miedo que inspira las decisiones limitantes que nos imponemos. Ese miedo que nos cierra, que nos separa, que nos va deshumanizando a fuerza de creer que la individualidad es lo humano por encima de todo.

Vamos a la contra de nuestra salud como especie y aunque muchos lo ven como yo, prefieren dejarse mecer por la inercia de lo que hay y ejercer sus duras críticas por los pasillos, el único lugar donde no hacen otro efecto que el de arrojar negativismo al Universo.

1 comentario:

PazzaP dijo...

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...
Tal vez sea cuestión de equilibrio. Caiga quien caigano es siempre la mejor opción, algunas veces la prudencia es mucho mejor, por qué herir gratuitamente, por qué recordar las miserias del alma cuando tal vez lo que deseamos es olvidarnos por un instante de ellas...
Bueno, y la verdad es que no se de que hablas, jeje, así que me cayo un rato, que si no, ese arte que tienes al parecer de alejar a la gente, me va a salpicar a mi en forma de patada universal

Saludos...

8 de julio de 2009 10:59

PazzaP dijo...
Cuestión de equilibrio, eso me parecía. Pero aún me distraen de lo importante los extremos de la perspectiva, y siento que modulo con torpeza la percepción del dolor ajeno.

Tu osadía me ayuda. Ven cuando quieras, y ojalá no te des una patada tú sola.

8 de julio de 2009 12:09

jose maria dijo...
Hola, vengo del blog de Concha y me parece muy interesante lo que escribes... es más, me identifico con muchas de tus reflexiones... Yo empezé a escribir porque necesitaba "sacar", aunque la mejor palabra para definir lo que necesitaba sería "vomitar", todo lo que me guardaba y que era como una gran losa que me hacía sentir como un "ser muerto que vegetaba".
Lo hice y lo hago dando a conocer mi identidad; primero porque ya había permanecido demasiado tiempo "escondido"..., y segundo porque sé que hay personas de mi entorno que me leen y estoy seguro de que de algo les sirve, lo noto... y es algo que me hace sentir inmensamente feliz...

LeerééreeL con calma todo lo que has escrito e incorporaré a mi SER lo que me sirva. Formarán parte de las "riquezas" que me interesan y que acumulo hoy en día... soy "rico" en personas, en animales, en árboles, en toda la VIDA que me rodea...
Yo y todas las personas que han pasado y permanecen en mí te abrazamos,

PAZ Y AMOR para todos, sobre todo para ELLOS...

30 de julio de 2009 11:07

LAURA FOLETTO dijo...
Preguntaste por el ser Proyectora: esto es típico. En principio, no olvides que sólo podemos hablar cuando nos INVITEN a hacerlo. Y, por otro lado, ese don de ver más allá de las dualidades y engaños es para ayudar a los demás (y a nosotras en primer término), no para restregar miserias, como dice el anterior comentario. Muchas veces, las formas son tan importantes como el contenido (lo he tenido que aprender de una forma dura). Finalmente, no tiene porqué ser "trágico" (eso es del Ego, a él le encanta esa palabra). La Luz es Luz e ilumina todo. Te mando un gran beso.

5 de septiembre de 2009 00:39

PazzaP dijo...
José María, un abrazo pacífico para ti también.


Laura, a veces la línea que separa mostrar y restregar es tan delgada y sutil que hay que ser muy diestro para distinguirla. De ahí que se haga tan duro el aprendizaje.

29 de marzo de 2010 18:33

LAURA FOLETTO dijo...
Sí, es muy delgada, lo cual lo hace tan interesante (¿y si reemplazamos palabras como duro, difícil, doloroso, por "interesante"? sería más... interesante!!) :-)
Por otro lado, lo que aprendí es que, si me trato de una mejor forma, me sale más naturalmente tratar bien al otro. Puedo señalar algo sin la carga inconciente de lo que me estoy señalando a mí misma con malos modos. Todo es un ida y vuelta al final, en que nos estamos despertando a nosotros mismos a la Luz que somos.
Muchos besos.

29 de marzo de 2010 19:08

PazzaP dijo...
Es curioso que el juego de las sutilezas necesariamente se acaba haciendo interesante tanto para quienes buscan la paz como para quienes ignoran que lo hacen, y optan en cambio por hacerse la guerra.

Tu influencia me es muy grata. Acepta mis más sentidas gracias.

29 de marzo de 2010 19:50