18 ago 2010

I wish.

Imagen tomada de Internet

El deseo es un motor de complicado manejo; por eso el Budismo aconseja no desear para ahorrarnos sufrimiento.


Un deseo se vuelve egoísta cuando implica que el otro ha de darme sin querer, aquello que sólo yo pretendo.


Un deseo se vuelve sufrimiento cuando, aún resignado ante el hecho de que el otro no me lo dará, todavía me alimenta la ilusión de obtenerlo.


Manejar el deseo se torna difícil cuando hay apego afectivo; pues aunque es cierto que el deseo me mueve, también lo es que el apego me frena en el intento de cristalizarlo.


Si la vida es cambio a perpetuidad, cristalizar un deseo implica más derroche de energía que la necesaria para soltarlo.


¿Por qué no lo suelto entonces? Porque permanece imantado por el agujero negro de mi afectividad herida; y lo hace con una fuerza tal, que más parece una extensión propia que una elección consciente.


Cuanto mayor sea el desafecto que me profeso, más fuerte se hará el apego.
Cuanto más fuerte sea el apego, tanto más difícil pilotar el deseo, en tanto se vive ignorando lo abocado que está, a dejar de ser "ese deseo".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chica, no sé qué te pasa con el deseo, que no dejas de hablar de él. Todavía no estoy seguro de si es que para ti es lo mismo que el amor o qué. Sí, ya sé que no, pero es que llegas a confundirme. Para mí el deseo está más asociado al sexo, al placer, a una satisfacción física. Con ello no digo que no esté de acuerdo con lo que dices, siempre que no lo mezcles con el amor, por que en éste, si es de verdad, y por las dos partes, no puede haber egoísmo. El deseo siempre es egoísta, porque busca nuestro bienestar, aunque en algún caso incluya el de otra persona.

No sé cómo habrán sido tus relaciones amorosas, y si mantendrás alguna en este momento, pero por tus palabras, por lo claro que tienes las cosas, me da la impresión de que debes vivir el amor de una manera muy diferente a la mía, ni mejor ni peor, y que el dolor o el sufrimiento no te han tocado, pues pareces saber muy bien cómo deshacerte de ellos. Diríase que tienes todas las claves para ser feliz en pareja.

Sacando un tema del que no hemos hablado con anterioridad, me gustaría que me dijeras si sabes qué es la pasión, y si alguna vez te has dejado llevar por ella.
Y también si alguna vez has prácticado el sexo tántrico.

Me alegro de que te guste el chocolate, así ya puedo dejar de pensar que eres una extraterrestre, jeje. No te lo tomes a mal, ¿eh?

Un beso, y paz y amor siempre.

PazzaP dijo...

Por las mismas, yo tengo que agradecerte la "molestia" de leer lo que edito. Y si te mojas contestando desde tu honestidad, haciéndome al tiempo pensar, entonces ¿qué más puedo pedir?

Sólo que continúe la racha mientras tu deseo lo inspire.

Biquiños.

Elvis dijo...

El deseo, sencillamente, no se puede controlar. Se puede controlar el hecho de satisfacerlo por cualquier razón que nos impongamos, pero no podemos hacer que desaparezca. Símplemente aprendemos a vivir con el deseo.
Y desde luego que a mí no me parece en absoluto que quien desea algo sea egoísta. Quizás se pueda decir que sea ambicioso, pero el concepto de egoísmo es bastante diferente de el de ambición.
Si no desearamos cosas no haríamos absolutamente nada en la vida, eso es tener ambición.
Ser egoísta es quererlo todo y no dejar nada para los demás.
Pero bueno, entiendo que son maneras de expresarse y lo que quereis dar a entender se ha entendido perfectamente.

Saludos cordiales.