8 oct 2010

Convivencia.


 La más difícil hasta que se aprende.
Cortometraje "CONVIVIR" de Edgar Lledó


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Convivencia: Acción de convivir.
Convivir. (Del lat.convivere): Vivir en compañía de otro u otros. (Drae)

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La convivencia es una forma de vivir que debemos escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, entre otros, debemos tolerar costumbres de otras personas.

'El ser humano, tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Somos fundamentalmente animales grupales y nuestro bienestar es mucho mayor cuando nos encontramos en un ambiente armónico, en el cual vivimos en estrecha comunión.'

La investigación ha mostrado que cuando estamos solos estamos más predispuestos a sufrir accidentes, enfermedades mentales, suicidio y un amplio espectro de enfermedades. Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de nuestra vida no podemos prescindir del apoyo y de la compañía de los otros.

Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental.

Es la condición de relacionarse con las demás personas a través de una comunicación permanente fundamentada en afecto y tolerancia que permite convivir y compartir en armonía en las diferentes situaciones de la vida. (Wikipedia)

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Israelíes contra palestinos, alemanes contra judíos, blancos contra negros, autóctonos contra inmigrantes… Cada día me siento más ciudadano del mundo. Cada vez pienso con más convicción que las fronteras separan, que las banderas enfrentan y que los himnos dividen. No hay más nación que el mundo, más bandera que la piel del ser humano y más himno que el de la fraternidad universal. Por eso creo que los inmigrantes que hoy entran en nuestro país tienen todos los derechos, necesitan toda la solidaridad y merecen todo el respeto. Por eso pienso que hay que acabar con los estereotipos y con los prejuicios que nos hacen ver a “los otros” como intrusos, como malos y como enemigos. Miguel Ángel Santos Guerra


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La convivencia entre individuos en el mundo virtual en general, y en la blogosfera en particular, es un fiel reflejo de la convivencia en el mundo que conocemos como 'real'. Si bien las experiencias necesariamente se van plasmando de un modo muy distinto, en tanto no hay contacto corporal de ningún tipo, en el aspecto psíquico, las palabras, las imágenes y los sonidos son tan capaces de romper ciertas barreras, que a menudo se producen experiencias que por su genuina pureza resultan incluso más deseables.

Sin el freno relativo que supone la presencia-influencia del otro, cierto es que uno puede vivirse a sí mismo y a sus percepciones más inventado que nunca; lo que en el peor de los casos puede desencadenar mayores conflictos en los intercambios, y en el mejor siempre será una oportunidad inusitada para practicar lo afectivo sin el gran prejuicio que la visión representa.

Dice San Internet que hoy día 8 de Octubre se celebra el Día Mundial de la Visión; casualmente el sentido corporal al que mayor cobertura le da nuestra corteza cerebral. También dice que el 50 % de la información que recibimos de nuestro entorno la obtenemos a través de los ojos, que esa ingente cantidad de datos que aporta un simple vistazo se guarda durante un segundo en nuestra memoria, pero que luego la desechamos casi toda. O sea, que no nos fijamos en casi nada...

Quizá por eso una de las muchas ventajas de desarrollar la convivencia a través de esta ventana, al menos al comienzo de  los intercambios, es que precisamente mirando de forma tan reducida al otro podemos 'verlo' muchísimo más que si lo tuviéramos delante. Claro que no sostengo que esta fórmula sea un fin en sí misma, pero como medio para conocer congéneres de todo el planeta y desarrollar vínculos afectivos con ellos conlleva resultados incomparables, cuando menos en lo que a la rapidez, la diversidad y el hallazgo profundo de afinidades se refiere. Otra cosa es el efecto que, luego de saltar a escena, nos produzca toparse con un conocido que se nos volviera extraño de repente... Pero esa es una impresión-secuela que siempre dependerá del grado de honestidad vertido en los intercambios, de lo que cada uno busque-necesite hallar en el otro y del desfase entre las respectivas autopercepciones. 'Problemillas' esos que también se dan fuera de aquí, así que...

Este verano asistí cinco días a un taller-convivencia  de psicología transpersonal con otras treinta y cinco personas. Una de las actividades consistió en movernos todos libremente con los ojos tapados a través de una gran sala acristalada, al son de la inspiradora música, siempre tan despertadora de emociones... Fue aquella una experiencia tactil, auditiva y olfativa tan asombrosamente poderosa como inenarrable, a la que nos atrevimos a entregarnos precisamente porque sólo nos era posible sentir lo que hacíamos. Con profundo e íntimo regocijo a nadie le fue ajeno de qué modo el cerebro al no ver, piensa-juzga infinitamente menos, permitiendo espacios de libertad para la comunicación no verbal que impulsa a las personas hacia un marco afectivo mucho más intenso, muy nuevo, que nos fue liberando poco a poco de pudores hasta entonces inapelables....

Creo que, de alguna forma, el espíritu de esa clase de libertad también funciona aquí en Internet, un lugar en el que si bien somos físicamente inabordables, no hay duda de que logramos tocarnos el alma los unos a los otros mucho más de lo que algunas personas podrían decir en toda su vida de relación.

Tal como decía arriba ese señor de nombre paradójico, también yo me considero cada día más ciudadana del mundo gracias a este medio, y aunque a veces diga que me siento aislada, sé que es una percepción anómala que no tiene nada que ver con lo que suele llamarse realidad. Las fluctuaciones de mis conflictos internos, sin duda en fase de resolución, lejos de impedir que cada día crea con más fuerza en la auténtica convivencia, la única a la que todos de una u otra forma aspiramos, están representando una plataforma de aprendizaje a través de la cual cada vez me siento más identificada con el objetivo global de la hermandad universal.

A diario me voy dando cuenta de que la convivencia que sólo puede funcionar para todos los seres de este barco planetario radica fundamentalmente en el amor incondicional a uno mismo, que luego de ser experimentado de forma genuina e inexcusable dentro, necesariamente habrá de irse reflejando en las relaciones que se establezcan fuera. En ese sentido, Internet también es un incomparable marco para que aquellos que no tenemos muchas habilidades sociales lo practiquen.

Ocurre que en el denodado ejercicio del individualismo que solemos ejercer los seres humanos, suele pasarse por alto a menudo que absolutamente todos conformamos un mismo tejido, y que no hay un solo ser sobre la tierra que no contribuya al sostenimiento del mismo. Y así como no procede que, por ejemplo, las neuronas de un mismo cuerpo conciban su ventaja sobre las células del intestino grueso, dado que si no fuera por éstas, el cuerpo entero se ahogaría en sus propios detritus, tampoco procede que unos seres se crean con el derecho a minimizar y/o pisotear la labor de quienes contribuyen de una u otra forma a privilegar la estancia de otros en la tierra, por mucho que nos neguemos a integrarlo desde nuestra estrecha consciencia de sufridores. Y, sin embargo, ese tejido humano se ha hecho tan inmenso, y al tiempo la historia egocentrada de todas sus células ha sido siempre tan controvertida, cada una barriendo para sí misma en el intento de hacerse un sitio en este planeta cuajado de intrincadas relaciones, que en su pugna por prevalecer unas sobre otras, aún no han logrado coordinarse en lo esencial para la subsistencia del conjunto, más abocado que nunca a una espiral autodestructiva.



Diagnóstico impepinable


Porque convivencia no es sólo compartir vivienda y demás patrimonios con otros seres, sino sobre todo vivir en el mundo ampliando y compartiendo consciencia en todas direcciones con grandes dosis de inteligencia y lucidez, y porque convivencia no es sólo comunicar nuestra perspectiva al mundo, sino praticar y cultivar la inteligencia emocional para establecer relaciones pacíficas y saludables con él, se hace por completo imprescindible la asunción plena de la libertad y la responsabilidad que como individuos tenemos ante lo que somos, lo que tenemos y lo que hacemos con todo eso que somos, tenemos y hacemos.

Convivencia, en suma, es aceptar que todos los que aquí estamos tenemos por principio idéntico derecho a estarlo, y que por muy difícil y penoso que algunos seres parezcan hacérnoslo, no podemos contribuir a empeorar el estado de las cosas sumando gratuitamente nuestra ira a la ira universal que tan desorbitadamente se va desplegando por todos los rincones.

Porque... ya es hora de que, queramos o no saberlo, comprenderlo y admitirlo, en el saldo total del mundo todos hallaremos en la adecuada proporción el resultado conjunto que como especie nos merecemos.



El mayor de todos los errores estriba en no hacer nada porque sólo puedes hacer poco.  
Sydney Smith

Universo. Dame serenidad para aceptar aquellas cosas que no puedo cambiar. Coraje para cambiar aquellas que sí puedo. Y sabiduría para reconocer la diferencia.
Oración de Alcohólicos Anónimos

Lo conseguimos porque no sabíamos que era imposible
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Gustavo Montilla

Yo valgo dos y tú vales dos, pero juntos no valemos cuatro, sino ocho
Marilyn Ferguson

La mejor victoria es aquella en la ganan todos.
Salomón



Con humor todo sabe mejor.


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12/10/10

Después de ver todos blogs que han participado (todos, no, sino los que hasta ahora han editado los promotores), me quedo con el espíritu de este vídeo a modo de síntesis.

10 comentarios:

Elvis dijo...

Tienes razón, la visualización de cosas y personas muchas veces nos predispone en su contra sin ni siquiera conocerlas. San Internet es muy poderoso y beneficioso en ese sentido, ya que derriba fronteras y une culturas...
Muy buena entrada.

Un abrazo.

PazzaP dijo...

Tan buena, que va a ir al cielo...
;)

Otro para ti.

Gaearon dijo...

"El hombre es un animal social", leí en una ocasión.
De acuerdo.
¿Pero el mundo qué culpa tiene?
Ayns.


Estupenda entrada, me ha gustado mucho.

Besosss

PazzaP dijo...

La cosa es esa: que todavía es más animal que social, con perdón para las otras especies. :)

Biquiños.

Daeddalus dijo...

Me gusta leerte... no sé si te lo había dicho alguna vez.

PazzaP dijo...

Sabes que no me lo habías dicho nunca, querida Daeddalus. Es más, es la primera vez que me diriges la palabra; y eso, en este preciso instante de mi vida, me resulta verdaderamente gratificante, porque, cosas de la inseguridad que tú tan bien conoces, yo había pensado que te inspiraba rechazo, o mucho peor, indiferencia...

La vida, ya sabes... que no deja de sorprenderte cuando la dejas. Y hasta que lo hace, los minutos parecen años.

Bienvenida a esta casa, tuya para lo que gustes.

Daeddalus dijo...

Suelo pasar de puntillas y trato de no hacer ruido. Comento poco en los blogs ajenos... pero los leo y en algunos me quedo.

¿Rechazo? ¿Indiferencia?... ¿Por qué?

PazzaP dijo...

Son cosas de la sensibilidad, de las proyecciones, de los miedos... aspectos que tanto interfieren en la comunícación hasta que no se ajustan con claridad las voluntades.

Jose Antonio dijo...

Gracias por tu estupendo aporte a Convivencia y por dejar de nuevo el comentario con el vínculo, el trabajo ha sido increíble, pero merece la pena leer artículos tan llenos de sensaciones.

Te dejo un abrazo agradecido y saldrás en el octavo resumen.

PazzaP dijo...

Gracias a ti por el esfuerzo.
Mejórate :)

Un abrazo.