27 nov 2010

Romantic love.

De S.Internet


-(…) ¿tú qué crees del amor de pareja?

Tendríamos primero que definir qué es el “amor de pareja”. Tal vez no te hayas leído todavía los sobres correspondientes a esa cuestión que hay en el curso de educación de las emociones. Te los recomiendo por completo.

Tras mi propia lectura me ha quedado claro que el amor de pareja es el amor romántico, ese en el que uno empieza a sentirse enamorado por varios motivos entre los que tiene una gran relevancia el “cóctel hormonal” que nuestro cuerpo se chuta en grandes dosis. Luego de que pasa su efecto, dure lo que dure, lo que queda es un campo de trabajo maravilloso para desarrollar Amor, no-apego, (el desapego es necesario si hay apego, pero si no, no hace falta, pienso) y para sobre todo ampliar la consciencia.

En tanto es una relación íntima, los implicados quedan, o deberían quedar si desean conocerse a sí mismos, totalmente expuestos. A veces la pareja funciona como co-independientes y pueden desarrollarse ambos sin problema, por lo que la relación tal vez dure muchos años o el resto de nuestra vida.


 Ahora bien, será difícil que lo haga si empezamos a sacrificarnos en aras de algo que no sentimos nuestro, sino del otro; algo que le desarrolla a él pero no a nosotros. Quizá ese sea un momento en que nuestra energía necesite vibrar de otro modo, y nuestra pareja ya no lo permita aunque quiera. Si no nos cerramos, si no ganan los miedos, seguramente aparezca otra persona que nos hará vibrar como sentimos que queremos para seguir ampliando esa consciencia que anhelamos. Pero nuestra es la decisión que debería ser hecha tras una profunda reflexión en la que tendría que quedarnos claro primero que nada, qué es lo que realmente queremos. No del otro, sino de nosotros mismos, y cuánto de eso puede canalizarse al lado de esa persona, cuya relación tal vez nos planteamos acabar, o cuánto no.

 Es complejo de todas formas, así que no hay fórmula que pueda ser universalizada. Cada pareja tiene que valorar si están mejor juntos o separados. Y los dos tienen que tener claro que no es el Miedo el que le inspira, sino el Amor, haga lo que haga y decida lo que decida.

Si ya nos metemos en las relaciones de co-dependencia, de uno o de ambos, entonces el problema es mucho más hondo y tiene un vínculo mayúsculo con la autoestima, lo que hará que muchas actitudes las inspire el miedo: a estar solo, sobre todo. Lo cual como te imaginas, fomenta más los apegos y la imposibilidad de descubrir cuál es nuestra misión aquí.

-¿Alguna vez, ante la decisión de iniciar una relación de pareja, te has planteado la pregunta "Para qué?"

Claro. Y si no lo haces antes, te la harás durante, si es que la inicias. Pero hay que poner mucha atención en por qué nos hacemos esa pregunta y también para qué nos la hacemos. Si sabemos lo que realmente queremos, las respuestas vendrán. Si no lo sabemos, es probable que actuemos con cierta inercia y/o automatismo, que acabará disgustándonos antes o después al manifestarse en la circunstancia.

-En la imaginaria línea en cuyos extremos se encuentran, por un lado, el amor egoísta, y en el otro, el Amor incondicional y consciente, ¿dónde se sitúa el amor de pareja?

Donde uno quiera. Como ya te he dicho, todo depende de nuestro nivel de consciencia, del que tenemos y del que deseamos tener. Ello no impide que pueda llevarse a cabo en pareja, pero lo interesante sería que hacerlo sea la consecuencia de una decisión plena y deseada y no de un vaivén en el que no nos sentimos cómodos.

-¿No es la pareja más que un campo de entrenamiento para desarrollar Amor, desapego y eliminar faltas a la vez que disfrutando del samsara que nos ha tocado vivir?

Sí, es una manera de verlo. Para mí la única que tiene verdadero sentido. Pero si no disfrutas surfeando esas olas, tienes que mirarte mucho a ti mismo para averiguar lo que llevo diciendo todo el rato: qué quiero y para qué estoy en este mundo. La experiencia de este ego que no podemos dejar de ser, pero que podemos purificar, se acabará con la muerte del cuerpo. El espíritu consciente de que está en una aventura humana sabe hasta dónde ésta le está enriqueciendo, y eso será lo que se lleve consigo en su consciencia, sabiendo que el Amor es lo único que es eterno.

Mi deseo es formar una red de inter-independientes (en los apuntes se amplía el concepto) e ir enamorándome de todos desde el amor genuino. Otra cosa es que luego escoja tener una relación de pareja con alguno, o con alguna, que tampoco lo descarto, siempre que la libertad de nadie sufra. No estoy proclamando el amor libre y el fotelleo con todos, pues para mí el sexo cada vez tiene más un sentido sagrado, pero tampoco estoy segura de que pueda permanecer en una relación que me compromete sin yo quererlo. Estar, permanecer el tiempo que dure intensa y luego terminarla. Eso es lo que me parece más sano. Claro que yo no tengo hijos, pero, procuraría si los tuviera, no sacrificarme por ellos para que luego no me pese la insatisfacción de por vida.

8 comentarios:

La reina de la miel dijo...

¿Y hay huevos (u ovarios) para eso? Te lo pregunta una mujer esclava de sus miedos, y recientemente consciente de ellos.

Nebroa dijo...

"Estar, permanecer el tiempo que dure intensa y luego terminarla"
Sí, plenamente de acuerdo. Claro que quiero preguntarme cada día para qué quiero esta pareja, qué hace conmigo, cómo crezco, qué enriquezco de mí, hacia dónde me lleva, cómo me inclina a experimentarme en muchas facetas. Quiero preguntármelo. Ya me arrastré por los miedos durante tantas veces y durante tanto tiempo que sólo pude escapar de ellos cuando empecé a quererlos mirar de frente. Así antes, la dependencia era tal que me pasaban todos los antónimos de lo expuesto arriba. No sé qué vendrá, qué habrá por ahí con lo que me encontraré de lleno, pero no quiero olvidar que esa pregunta es básica. En realidad con casi todas las otras especies de experiencias, no?
Besos Paz

PazzaP dijo...

Reina meliflua, haberlos haylos; si bien trabados por innumerables capas de cebolla inconscientes que a modo de automatismos manipulan nuestra voluntad.

El quid de la cosa consiste básicamente en "darse cuenta" del tinglado mental, y veo que tú ya estás en ello. Lo siguiente es asumir plenamente la responsabilidad de lo que somos (si no de qué hablamos), cazar y resolver las incongruencias entre razón y emoción (imposible avanzar atendiendo dos voces)y neutralizar sistemáticamente el resorte del juicio; sea a nosotros o a los otros (a mayor condena, más miedo y menos lucidez).

Con esas premisas, cree que el camino se despeja de un modo a priori insospechado.

PazzaP dijo...

Mi querida Nebroa: si yo tuviera palabras como guantes, con las que lograras -de facto- romper el cuero de tu pesar, no osaría repetir ahora lo que de sobra conoces con tu racional mitad.

No obstante, la honestidad de tu comentario no merece quedar desierta, así que... me asomo a mi ignorancia y asumo la penitencia que para tu coleto me apliques.

Una verdad de perogrullo no suficientemente asumida por la humanidad: Las cosas se hacen haciéndolas.

Y puesto que afirmas estar plenamente de acuerdo con la frase que entrecomillas, te invito a pasar del "quiero preguntármelo" al "pregúntatelo ya", pues no de otro modo te llegarán las respuestas desde tu lado emocional.

¡Y a confrontar se ha dicho! Y a elegir la congruencia cuando te canses de no hacerlo.

Y... en la medida que puedas, no invites a tu jueza a las sesiones: te ocultarás piezas claves de tu puzle... ;)

Besos Nebroa.

Nebroa dijo...

Entiendo que las preguntas que me invitas a hacerme son: para qué quiero una pareja, y no para qué quiero esta pareja, que es de lo que yo hablaba... He reflexionado muchas otras veces, he escrito respuestas a infinidad de preguntas. Quizá éstas de las que hablas nunca antes se mostraron tan claras. Y nunca es tarde para probar a hacer listados llenos de ideas expresadas. A ver qué sale! :)

PazzaP dijo...

No te invito yo tanto a hacerte estas o aquellas como a dar el paso que tú misma reclamas para ti. En última instancia yo sólo aspiro a ser la vela que te acompaña en el próximo paso sobre el que tu pie hace de péndulo.

Sólo puedes elegir la congruencia de todo tu ser cuando te canses de no hacerlo, y eso es algo a lo que yo ni puedo ni debo instarte, pues sea cual sea tu decisión merece todos mis respetos.

Nebroa dijo...

Lo fuiste y lo sigues siendo. La lucecita que miro cuando me oscurezco. En todas aquellas palabras vertidas en mis ojos... Sigues siendo luz, mas entiendo que sólo yo puedo ser el propio sol. Gracias. Te lo había dicho alguna vez? ;)

PazzaP dijo...

Sol eres ya, por muchos velos que te pongas. Y como el astro queda oculto cuando la superficie terrestre le da la espalda, así queda nuestra visión cuando las pupilas conscientes sólo enfocan la oscuridad.

¿Te lo había dicho yo? ¡Gracias! :P