23 dic 2010

XXIV. Fechas como flechas.

Fechas de juntarse, de acusar distancias.
Fechas de rever las memorias afectivas; las que llenan, las que vacían.
De doblarse de risa, de llorar a mares.
Para "mal" o para "bien",  fechas potentes, hitos en nuestro camino vital, que orientan, pero que también desorientan.

Las enemistades hacen su agosto mostrando escaparates incongruentes con el fundamento del Amor.
Un pensamiento, una idea, una creencia, y la ira se torna en desencuentro.
Una expectativa, un juicio, un miedo, y la frágil conexión se hace añicos..

Guerras frías. Rencores calientes.
Y en medio de todo, seres que no entienden nada.
O que sí lo entienden, pero no ven el modo de cambiarlo.

Si supíéramos que mañana moriremos, muchos correríamos a quedar en paz con nuestros inveterados enemigos.
Desnudos como nos vamos, no queremos llevar puñales clavados en el corazón.
O sí, que no son pocos los que se mueren sin entenderlo.
Cosas de la ignorancia nada más.Y nada menos.

No tiene sentido esperar a que  lleguen desgracias para conmovernos, para salir del epicentro de nuestras importancias.

Pero tenga o no sentido, para colmo de mis tristezas es lo que hay...


De S.I.

4 comentarios:

Gaearon dijo...

Fechas en las que la vida no se detiene.
Fechas las que aflora lo mejor y lo peor de cada cual por un puro convencionalismo social que pretende hacernos distintos a cualquier otra fecha.
Fechas en las que se puede llegar a ser tan hipócrita como sincero.
Fechas en las que se mira atrás preguntándonos que habrá adelante.
Fechas en las que se llega a perder la consciencia de que lo más importante es uno mismo.

Mil besos

PazzaP dijo...

Otros mil para ti. :)

La reina de la miel dijo...

Necesaria reflexión, no me canso de leerla, entreverla, intuirla, deducirla en múltiples sitios desde hace poco tiempo. No hay como orientar la antena en la dirección adecuada. Un abrazo :-)

PazzaP dijo...

Superviviente de las flechas te saluda indemne, reina meliflua. ;)