Caloi |
Reconociendo el mérito de mis influencias lectoras y que me apunto al mimetismo de la semántica sin grandes resistencias, hoy la carta Zen es de mi cosecha.
Sabiendo que todo está inventado, no hago sino reproducir lo que me parece verdadero. Lo sea o no ya se verá; o no, que tampoco importa.
Y como el Zen tiene muchas lecturas, es disculpable que algunos sólo lo crean una juntada de letras sin genio. Eso importaría aún menos si es que uno de ellos posara su atención en esta mota luminosa que flota en el ciberespacio.
Matiz para Exupery:
La belleza esencial es invisible a los ojos.
La verdad esencial es invisible a los ojos.
La bondad esencial es invisible a los ojos...
Zembiduría:
-Maestro, la vela se ha apagado, no veo nada.
-Abre la ventana, que ya es de día...
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A Richy, con amor sin duda.
5 comentarios:
Claro, Cómo para creer en un dios perfecto.
Hace algunas días, en un blog que estoy segura que te encantaría, discutíamos acerca de lo que se considera "la esencia" o "lo esencial".
Por eso me gustan tus matices. La bondad y la verdad son invisibles. La belleza es subjetiva pero visible (excepto que hables de la belleza que se esconde en las virtudes).
Sin embargo, hay cosas esenciales que son tangibles y concretas. Al fin y al cabo, para que nuestro alma sea, necesitamos el envase del cuerpo.
Caloi, un grande.
Pues si crees que me encantaría el sitio, quizá algún día quieras compartirlo, Malena.
Y gracias por chivarme el nombre del autor del dibujo. :)
Este es el link para el blog de Daniel Os.
http://osdaniel.blogspot.com/2011/03/esencia.html
Y si buscás otras cosas de Caloi en la red, también te va a encantar! :)
Ya lo creo, Malena.
Si yo fuera dibujante, en esa línea iría.
Nos "vemos" en Os. ;)
Gracias.
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