6 abr 2011

Lo mejor es... que ni idea.


Caloi
La ¿dificultad? del Zen es que para la mente racional representa una "lógica" a la que parecen faltarle premisas; y para la mente emocional sus frases pueden resultar en exceso crípticas.

Se me ocurre que para ¿remediar? tal "cojera", cada una de esas partes mentales tendría que aportar su pata a la ecuación, atención/intención, tan olvidada ella y al tiempo tan necesaria para manejar una vida congruente con quien a uno le dé la gana ser, si es que le alcanza serlo.

Se me ocurre también que sin la atención y la intención consensuadas en uno mismo y en la interacción con el otro, antes o después le provocará un ir a la ¿deriva? en lo cotidiano, así como en el cómputo de sus semanas, meses o años.

Claro que la sensación de ir a la deriva puede ser incluso deseable; o parecer a bote pronto bastante inevitable. Dios me libre de apuntar a lo contrario... porque a veces ciertas formas de vivir la vida  y de vivirse en ella, me resultan francamente complicadas. Aunque, ¿paradójicamente?, las más de las veces que yo haya visto, entre las cuales he de incluirme, pertenecen a seres que gozan de bastantes privilegios en el conjunto global de los dones del planeta. Privilegios siempre relativos en un contexto egóico u obliguil.

Sin embargo, a mí me pasa que tengo que entender lo que vivo, así como comprender lo que entiendo (algo así como sentir, pero con inteligencia, y esto no es negociable) siquiera sea intuitivamente, para quedarme en paz conmigo misma y con las circunstancias.

Hace tiempo que creo, y no digo nada nuevo, que la felicidad, en tanto actitud, es imposible sin paz emocional.  Con eso no sostengo que la paz emocional necesariamente haya de estar reñida con la intensidad ni con la cantidad de experiencias emocionantes; a condición, me parece, de que uno sepa manejarlas. O no sepa pero no le importe darse porrazos.

Porque... si le importa..., entonces no sé por qué no ha de considerar sus errores como benditos ensayos para calibrar un manejo de esas experiencias más acorde con su grado de tolerancia sensible, en lugar de muescas indeleblemente vergonzantes que le denigran o anulan de alguna forma.

De otro lado se sabe, aunque no todos lo hayan razonado por sí mismos, que los estímulos repetitivos producen un mayor y más rápido acostumbramiento a la sensación que nos desata. Y eso, ¿menos mal?, rige tanto para el dolor como para el placer. Todo lo cual implica que: o bien aumentamos algún parámetro (velocidad, intensidad, ritmo...), o bien cambiamos de estímulos. De lo contrario, el hastío como poco será bastante probable.

Qué se le va a hacer. Son gajes del oficio de sentir como prioridad en la vida...

A lo que iba, que desde las ramas me he ido a otros troncos: que el Zen es endiabladamente inasible si se quiere interpretar desde uno solo de nuestros hemisferios.

La mayor ventaja que le encuentro a esa dificultad es que es ella precisamente la que mantiene sus mensajes frescos y libres de nuestras manipuladoras y/o corrosivas manazas  interpretativas.



14 comentarios:

Kum* dijo...

Leí esta mañana esta entrada y me fascinó. No pude comentarla como se merece, estaba en el trabajo, así que pensé... esta noche, tranquilamente.

Y ahorita me encuentro con ese homenaje o lo que sea. Mis palabras en tu blog (junto a las de Malena, además...). En fin, demasiado honor, me has dejado ojiplato, sin palabras.

Espero que eso no sea una despedida. No estarás pensando en cerrar esto... ahorita que te he encontrado, verdad?

No, anda, hazme el favor.

Sigue volviéndonos locos con tus locuras.

Besos emocionados, perplejos... patidifusos... payasos.

PazzaP dijo...

Kum*, como no tienes correo a la vista no me queda otra que hablarte por aquí. Eso te ahorrará algunas intimidades que no precisas, créeme.

Por así decir, yo sólo organizaba este sitio que ahora sé nunca fue mío por mucho que algún día me pareciera que sí.

Te reirás o no, pero apenas en el amanecer de ese día, bajo la presión de un duermevela agitado, una voz me dijo que era hora de parar en lo que estaba. Obediente como le soy a esa voz, eso mismo hice sin dudarlo un instante. Y no me dolió. Para mi extrañeza, un gran alivio me inundó por no tener que seguir perpetrando inautenticidades.

A la noche de ese mismo día, tú creaste Tic, que en singular sincronía vino a confirmar que nadie penará la ausencia de PazzaP, un personaje creado para un fin que ya murió.

Y no, por favor tú también, no me pidas que evite lo que ya es, porque la energía que lo creó ya ha volado.

Eres afable, cercano y cálido con los extraños. Todas esas cosas que el ego adora, como sabes, pero somos tantos aquí que una más, una menos, no modificará en nada tu estar. Bien o mal, siempre correrá de tu cuenta, como es de recibo.

Y claro que te seguiré leyendo, no sólo porque tus letras me emocionan hasta enamorarme, sino por haber contribuido, probable que sin tú sospecharlo, a quitarle algunos velos superflos a mi mirada.

Besos amables para tu amor y... gracias. Por todo, por nada...

Kum* dijo...

No hay nadie imprescindible, PazzaP, es cierto, pero ya sabes cómo son los apegos a lo que nos gusta.

No seré yo el que ponga piedritas en tu camino. Si llegó la hora, llegó. También yo tengo mis voces (no me río, no) y también dí cambios que ni yo me creía obedeciéndolas. De veras.

Sólo siento no haber llegado antes, aunque supongo que llegamos cuando tenemos que llegar.

Lo que haces ahora, irte, es una bella lección que nos dejas. Para el que sepa mirar. No importan tus razones. Todos somos un espejo,... para el que sabe mirar.

Ve, PazzaP, y eso sí... sé feliz, vale?

Besos cercanos.

Malena dijo...

¡Qué difícil decir algo y sin pensar que no estoy respetando tu decisión!

Dejame decir únicamente que se te va a extrañar.

J. Marcos B. dijo...

http://youtu.be/SLxrrE6wC5I

Besos

PazzaP dijo...

No me voy Marcos, sólo cierro este blog. :)
Besos.

Diferido dijo...

Siempre tuyo PazzaP, ya sabemos donde econtrarnos, da igual el seudónimo, te quiero.

PazzaP dijo...

En el frente de grandeza, primera línea de fuego, Diferido. :)

Te abrazo.


*

¿Me extrañas ya, o aún es pronto, Malena? ;)

La reina de la miel dijo...

Yo sí te extraño.

PazzaP dijo...

¿Y por qué no le ponemos remedio a tu extrañarme, querida Reina?

¿O acaso me prefieres en dosis homeopáticas? :P

Otrosí manifiesto que hay la opción de navegarme por los rincones vírgenes de este sitio. ¡Si tiés való, fía!

Desi dijo...

Vaya, y yo que he empezado a leerte...en fin, ¡una pena! Pero supongo que todo lo que empiza tarde o temprano debe acabar...Saludos.

PazzaP dijo...

Así es, Desi, la impermanencia de las cosas es un hecho y dentro de cien años todos calvos. :)

En cuando a la pena, es un decir, ¿no?, que leerme sigues pudiendo. Pasa al fondo y sírvete al gusto.

Egolastra dijo...

Cómo! Hubiése sido un detalle por tu parte volver escribir en tu blog antes de que te echase de menos. :P

Espero que vuelvas a escribir, sino en éste en otras bitácoras y que nos mantengas informados.

Un fuerte abrazo y suerte.

BarbaKana dijo...

Bravo.
Me haces sentir cuerdo.
Denso bosque,si das una palmada te contestan cien ajenas ?
Un saludo.